
Casa
NEJOKU
La casa del águila (Geranoaetus Melanoleucus), representada por el morado. El águila real, o águila de páramo, es un ave rapaz de gran tamaño que habita en las alturas de los Andes. Un ave capaz de cazar pequeños mamíferos, roedores, serpientes e insectos, y, de ser necesario se alimentará de carroña. Caza dando vueltas a gran altura, casi deteniéndose al ver ya sea el más ligero movimiento, cuando logra identificar a su presa se lanza en picada tras ella.

Esta ave de presa es capaz de surcar los cielos por enormes distancias, viendo siempre todo a kilómetros a la redonda. De poderosas y anchas alas, y una cola que entre más viejo el ejemplar será más larga. Si en algún momento llega a detener su vuelo para descansar no lo hará sobre una rama de un árbol, sino que prefiere posarse directamente sobre las rocas.
Rivalidades
Los osos son un enemigo de respeto para el águila,
quien sabe que, apenas ve a uno, la comida va a escasear a kilómetros a la redonda, y un mayor esfuerzo va a ser necesario para lograr el objetivo. Al ser de elementos tan disímiles, como el aire y la tierra, son viejos rivales.
Las águilas han aprendido que a un puma no se le puede quitar el ojo de encima ¡en ningún momento! Reconocen su inteligencia,
y saben de su capacidad de adaptarse; han perdido a más de una presa cuando el puma previó sus intensiones.
A un águila le preocupa mucho el jaguar. A diferencia del león, a quien puede observar atravesando las planicies y páramos,
es muy fácil perder el rastro del jaguar en la densa selva. No es recomendable perder de vista a un depredador especializado en realizar emboscadas.
Cualidades de un alumno
Los alumnos miembros de esta casa reciben del águila importantes habilidades como lo son:
- La recursividad, al sacar de cualquier escenario ganancia.
- Son reconocidos pues como la cola del águila, con el paso de los años su sabiduría va en aumento.
- Son duros por naturaleza, mantienen la filosofía que es mejor posarse sobre una piedra que sobre una rama; y, cuando los veas haciendo nada, preocúpate, pues están esperando para lanzarse en picada.